‘The Artist’: La humildad en su máxima expresión

No lo voy a negar, me encantan las películas viejas, soy admirador de esas películas en blanco y negro con actuaciones más propias del teatro que de la realidad, no sé por qué, pero así es, tiene su «encanto». Es por eso que he esperado con mucha ansia ver esta cinta, que según leía, era un «homenaje» a las películas de mi época favorita. Y por suerte, las espectativas no jugaron en contra, me gustó más de lo que esperaba, e inclusive logró que algunas lagrimas recorran mi mejilla mientras la veía.

Esta cinta nos cuenta de la manera más simple posible la historia de George Valentin (Jean Dujardin), un actor del cine mudo, que debe afrontar la evolución del cine con la introducción del sonido. A causa de esto el debe enfrentarse a una infinidad de problemas, intentando salir adelante con su carrera que se vió opacada por nuevas estrellas que iban surgiendo. Ah, y si, es una película «muda».

Tantas cosas buenas tiene esta cinta que uno no sabe bien por donde empezar. Pero bueno, creo que lo una de las cosas más recalcables y que, dificilmente olvide, son las actuaciones. Se nota que Jean Dujardin vio miles de películas sin sonido y practicó bastante, porque tiene esa «esencia» que tenían los actores de esa época, esa pequeña «sobreactuación», esa magia indescriptible que hoy ya casi no se ven en las actuaciones. Lo mismo con Bérénice Bejo, ambos tienen ese carisma casi inigualable que se tiene que tener para que los espectadores empaticen con protagonistas mudos. El resto del cast, si bien no tienen la oportunidad de demostrar sus bondades, igual encajan perfectamente con la película.

La dirección, edición, fotografía, diseño de producción, vestuario y guión de esta cinta son asombrosos, como logran emular perfectamente a las películas de esa época es admirable. Pero creo que por sobre todo eso sobresale el guión, me parece majestuoso como Michel Hazanavicius fue capaz de utilizar los textos solo en la partes necesarias, evitando al máximo su uso, además, varias escenas son demasiado fuertes, y, otras, para morirnos de risa.

Hubo un gesto que me pareció sumamente hermoso de parte del director. Obviamente esta película es un homenaje a esas películas en blanco y negro que veían nuestros abuelos, pero no solo por el hecho de que la película sea así, y las actuaciones emulen este periodo, no, también por que el director añade pequeñas cosas de diferentes películas. Como por decir así el conductor de George que recuerda a la película ‘Sabrina’, o los monitos con las poses clásicas de la inolvidable primera entrega de ‘The Planets of the Apes’. Todo esto tengo que admitir, fue mucho para mi corazoncito, pero cuando suena el tema principal de ‘Vertigo’, las lagrimas no dejaban de caer y mi corazón no dejaba de aumentar su ritmo cardiaco. Además de que me pareció una película tan «humilde», no había exageración en nada para demostrar «lo buena» que era, no, al contrario, trataban de hacerla lo más simple posible, remitiéndose a una de las cosas básicas del cine, contarnos una historia.

Otra cosa es la música, de mano de Ludovic Bource. Yo escuché el score antes de ver la película, y ya sentí su magia. Me quedé con cara de «como es posible», cuando escuchaba la música y sentía que era de una cinta en blanco y negro, aún no me explico como es posible que eso haya pasado, osea, se encaja perfectamente con la época, además de ser súper memorable.

Bueno, creo yo que sin dudas, esta película es imperdible, más aún si te gustan las películas viejas, y si estás pendientes de las premiaciones también, porque esta película se hará sentir el 24 de febrero en los Oscars. Hasta el momento es mi favorita para mejor película, e inclusive, Bérénice logró desplazar a mi ex favorita Octavia para mejor actriz de reparto, aunque yo sé, Octavia ganará, esa ya es un terna asegurada. Mis más sinceros deseos que no se pierdan esta cinta, que sin dudas, no se arrepentiran de verla.

3 pensamientos en “‘The Artist’: La humildad en su máxima expresión

  1. Te cuento que cuando vi el trailer, justamente como el cine clásico y aun más el mudo es un mundo maravilloso para mí (que confieso descubrí tarde), prejuzgué que iba a ser una basofia de peli. Aun más con tanto premio y bulla que suele después desilusionarme con las pelis muy de por más laureadas. Pero me picó la curiosidad, no voy a mentir, cuando se armó un debate en un grupo del facebook , algunos la habían amado, otros odiado. Bueno, la vi. Mi Dios!!!! ojalá se gane todos los premios. No puedo explicar cómo me conmovió, cuánto me hizo llorar y reír al mismo tiempo. La adoré. Es un gran desafío que por suerte le salió bien a este director, para mí hasta ahora desconocido a pesar de que el cine francés es uno de mis favoritos.

    • Pues pienso lo mismo, fue un gran desafío para Hazanavicious (creo que así se escribía), mucha gente se queja de que el no aporta nada nuevo, pero para mi justamente ese es el chiste de la película, jugar con lo obvio, con lo que ya conocemos, mostrarnos lo que forma parte de nuestra memoria pero muchos han dejado en el olvido.
      Gracias por comentar 🙂

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